La tolerancia está basada en el respeto hacia las diferencias que existen de una a otra persona, y se puede manifestar en un acto de indulgencia hacia algo inevitable o que no quiere o puede ser impedido, como cuando se tiene que soportar a una persona que es altamente hirritante.
Debemos considerar que ser tolerantes hacia algo no significa que tengamos que ser indiferentes. Es decir, no prestarle atención o, directamente, negar los valores que defiende el prójimo no es una actitud tolerante.
La tolerancia implica respeto y entendimiento.
Se considera generalmente la tolerancia como una virtud, pues tiende a evitar los conflictos, "El espíritu de tolerancia es el arte de ser feliz en compañía de otros".