La tortuga lora

La tortuga lora es una especie de pequeña tortuga marina americana que se encuentra en peligro de extinción. Su nombre científico es Lepidochelys kempii. También se le conoce como tortuga golfina o tortuga cotorra. En inglés recibe el nombre de Kemp's ridley.




Vive en el Océano Atlántico desde Terranova hasta Venezuela, encontrándose por todo el Caribe y el Golfo de México. Es la tortuga marina con distribución más restringida.



Características


La cría de la tortuga lora es color gris oscuro o negro, casi por completo. Los adultos tienen un peto amarillo-verde o blanco y un caparazón de color gris verdoso. El caparazón está formado por 15 escudos mayores, cinco centrales y cinco pares laterales, más 12 pares marginales. También cuentan con puntos en la cabeza.

Ya que es una tortuga marina, tiene un cuerpo dorsoventralmente con depresión especialmente adaptadas como aletas enfrente de las extremidades. Tiene dos pares de escamas entre las órbitas de los ojos. También posee un pico córneo y la cabeza de forma semitriangular.

En promedio, es considerada una de las dos especies más pequeñas de todas las tortugas marinas. Esto se debe a que las crías tienen una longitud de 4.3 cm y un peso de 17.2 gr. en promedio, y llegan a crecer hasta los 61-91 cm de largo, así como un peso medio de 45 kg. en su madurez.

Alimentación


La tortuga lora es una especie principalmente carnívora durante la etapa de crecimiento, al llegar a la edad adulta su dieta es omnívora.

Su dieta es rica en crustáceos bentónicos (jaiba azul, de arena, cangrejo damas, de piedra entre otros) y pequeñas cantidades de camarón, gasterópodos, almejas, erizos, medusas, tunicados, peces así como cantidades despreciables de vegetales.

Habitad


El Golfo de México es la región más común en que residen, son abundantes también alrededor de la Florida, muchos se encuentran a lo largo del Mar Mediterráneo.

La tortuga lora prefiere las regiones donde hay una gran cantidad de algas ya que éstas son utilizadas para poder flotar con facilidad en el agua.

Reproducción


Llegan a alcanzar su madurez sexual a la edad de 7-15 años.

La temporada de reproducción de estas tortugas va de abril a agosto. Hacen sus nidos principalmente en el estado mexicano de Tamaulipas, pero a veces en el estado de Texas. Se aparean en alta mar, y las hembras llegan masivamente a la playa para desovar en grupos numerosos. Prefieren zonas con dunas para hacer la puesta o, en segundo lugar, los pantanos. El número estimado de hembras anidando en 1947 era de 89 000, pero se redujo a un estimado de 7 702 en 1985.


Las hembras desovan tres veces durante una temporada, manteniendo 10-28 días entre las puestas. La incubación dura de 45 a 70 días. Hay, de promedio, alrededor de 110 huevos por puesta. El sexo de las crías se decide por la temperatura durante el incubación. Si la temperatura está por debajo de 29,5 grados centígrados la descendencia será mayoritariamente masculina, y si está por encima predominarán las hembras.

Principales amenazas


Su población actual es una fracción de la población registrada en la década de 1940. La desaparición de la población se atribuye a las interacciones humanas, incluida la caza por su carne y huevos. La captura incidental en redes de pesca también representa una enorme amenaza para esta especie. La pesca de arrastre, de palangre y la pesca con redes de enmalle son responsables de un gran número de muertes cada año.

En 1947 una arribada de más de 40.000 tortugas lora fue filmada en Rancho Nuevo, México. En los mediados de los años 1980 un mínimo de alrededor de 700 nidos fueron documentados en estas mismas playas. Desde entonces, la población parece estar recuperándose gracias a la protección de las playas de anidación y el uso de dispositivos excluidores de tortugas en los arrastreros comerciales.

Se cree que aproximadamente el 60% de todos los huevos anidados por la tortuga lora marina son tomados por pobladores locales como fuente de alimento.

Peligro de extinción


Hasta hace poco, la tortuga lora estaba al borde de la extinción. Gracias a las leyes estrictas de protección implementadas en la década de 1960 que protegían sus playas de anidación en México, la especie ha comenzado un regreso lento, pero constante, de un mínimo previo de sólo 200 individuos que anidan en la década de 1980, a más de 12,000 nidos depositados en 2006 en México.

Las poblaciones que arriban a playas de Tamaulipas, México se han recuperado gradualmente; a mediados de 2009 se tuvo el registro histórico de alrededor de 5,200 hembras en solo dos días.

Sobre la base de aumentos lentos en sus números, se cree que los esfuerzos de conservación de la tortuga lora han sido de gran ayuda. Sin embargo, continúan perdiendo su hábitat natural, cada vez  más playas son utilizadas por las personas. En el agua también enfrentan problemas debido a la contaminación y los depredadores. Llegados a este punto se consideran el tipo más amenazada de tortuga marina en el mundo.