Refranes explicados I
- A quien madruga, Dios le ayuda.
- Recomienda levantarse temprano y hacer las cosas pronto sea posible.
- El muerto al hoyo y el vivo al bollo.
- Cuando alguien muere la vida continúa para los demás.
- Mal de muchos, consuelo de tontos.
- Hay que tratar de superarse individualmente, y no conformarse con lo que a otros también les sucede.
- El ojo del amo engorda al caballo.
- Cada uno debe preocuparse de sus bienes para que prosperen.
- Contigo, pan y cebolla.
- Si estás con la persona amada, no importan los bienes materiales.
- Año de nieves, año de bienes.
- El año en que nieva suele haber buenas cosechas.
- El que la sigue la consigue.
- Aconseja ser perseverante.
- El que no corre vuela.
- Significa que todos están atentos y dispuestos para sacar provecho.
- Amor con amor se paga.
- Recomienda corresponder de la misma manera al trato que se recibe con los demás.
- Mas vale pájaro en mano, que ciento volando.
- Se aplica a falsas promesas y proyectos irrealizables, que llevan a olvidar lo simple pero seguro.
- El que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón.
- Disculpa las faltas cometidas, contra aquel que también las comete.
- Quien mucho abarca, poco aprieta.
- Quien emprende muchas cosas a un tiempo, generalmente no desempeña ninguna bien.
- El saber no ocupa su lugar.
- A quien Dios se la dé, San Pedro que la bendiga.
- Incita a conformarse con la suerte de cada uno.
- Por la boca muere el pez.
- Es inconveniente hablar más allá de lo necesario.
- En boca cerrada no entran moscas.
- Recomienda ser prudente y no hablar demasiado para no equivocarse.
- Genio y figura, hasta la sepultura.
- No es fácil cambiar el carácter.
- En casa de herrero, cuchillo de palo.
- Es frecuente que falte algo donde debería ser fácil encontrarlo.
- Al pan, pan y al vino, vino.
- Significa decir las cosas con claridad.
- Nadie diga: de esta agua no he de beber.
- Ninguno está libre de que le suceda lo que al otro.
- Entre padres y hermanos, nadie meta la mano.
- Significa no intervenir en los problemas o problemas entre parientes cercanos.
- Ser el último orejón del tarro.
- Sentir que no lo tienen en cuenta para nada.