La violencia familiar y de género es el maltrato físico, psíquico o sexual que reciben las mujeres por el mero hecho de ser mujeres, de los hombres con quienes conviven en relación íntima. La violencia de género y sus consecuencias en los hijos, están dejando de ser hechos privados, para ser estudiados como problemática social.
Estos abusos pueden ser emocionales, físicos, sexuales, financieros o socioambientales. La persona abusiva desarrolla su comportamiento en privado, mostrando hacia el exterior una fachada respetable, insospechable, educada. La conducta violenta es compatible con cualquier aspecto, capacidad, inteligencia, actividad, profesión, etc. Inclusive en aquellos cuyo desempeño familiar, institucional o comunitario para el afuera sean aparentemente insospechables.
¿Porque se presenta esta violencia?
No hay conciencia del daño que se hace a los demás y en especial a los niños, no se comprenden los cambios físicos y emocionales por los que pasan los niños, losadolescentes, los jóvenes, los adultos y los mayores, existe una crisis por falta de empleo o carencias que producen preocupación, faltan espacios y tiempo libre para que la familia conviva y para la vida en pareja, pues ésta se dedica por completo al sostenimiento y al cuidado de sus hijas e hijos.
hay desajustes familiares ocasionados por un nacimiento, una enfermedad, una muerte, así como por infidelidad, abandono o divorcio, ver mucho la televisión impide la comunicación y la convivencia.
Situaciones como éstas pueden generar violencia en la familia, independientemente de su condición económica. Afectan a todos, pero quienes más las sufren son los más indefensos que carecen de protección y apoyo de familiares y amigos.
Mamá y papá: Si aprendemos a reconocer las distintas situaciones que pueden llevarnos a ser violentos, tendremos la posibilidad de evitar el deterioro de la calidad de vida individual y familiar que nos puede llevar a problemas extremos. Todos podemos ser propensos a dar una respuesta violenta a los problemas que enfrentamos, y de nosotros depende evitarlo.
Tipos de violencia Intrafamiliar
- Violencia psicológica. Tiene como principal objetivo el lastimar y herir las emociones de la persona, mediante humillaciones, amenazas, prohibiciones y/o insultos. Este tipo de violencia perturbaa la familia y genera que la autoestima decaiga al igual que la seguridad en sí mismo, tanto en quien la sufre, como de las personas que los rodean. Se caracteriza por infligir en los miembros de la familia la pérdida de confianza para eventualidades futuras y por la falta de amor.
- Violencia contra los adultos mayores. Es el maltrato hacia personas de la tercera edad. Se refiere al abuso tanto de forma activa (maltrato físico, emocional, sexual, financiero) como pasiva (abandono físico, abandono emocional)
- Violencia contra la pareja. Se presenta cuando existe violencia entre las relaciones sentimentales, en parejas. Existen tres clases: Maltrato hacia la mujer (del hombre hacía la mujer. Abuso físico, emocional, sexual, económico), Violencia cruzada (cuando la violencia se ocasiona de forma mutua mediante el abuso físico, emocional, sexual, económico) y el maltrato hacia el hombre (de la mujer hacía el hombre. Abuso físico, emocional, sexual, económico)
- Violencia contra los niños. víctimas de maltrato y abandono a aquellos niños, niñas y adolescentes de hasta 18 años que sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales.
Fases en que se desarrolla la violencia familiar
La violencia familiar se ha estudiado con una teoría cíclica, en la cual existen fases que se cumplen de manera repetitiva, en cada uno de los caso de violencia familiar, dando cabida al tristemente célebre ciclo de la violencia. Este ciclo consta de 4 fases:
- Acumulación de tensión: En esta etapa ocurren varios incidentes menores que aumentan la tensión en la relación. Comienza la violencia sutil de tipo psicológico.
- Explosión: La primera fase se va incrementando hasta precipitar la descarga, que corresponde a la segunda fase del ciclo, la más corta e intensa, donde quien violenta pierde el control y se da lugar a la discusión fuerte, el golpe y otros actos lascivos.
- Distancia/minimización: Se generará, posteriormente a la explosión, un momento de distanciamiento entre quien violenta y aquella que ha sido violentada, lo que muchas veces, constituye la oportunidad para tomar la decisión de buscar ayuda.
- Reconciliación: Se reconoce por la aparente calma que reina en la relación, que se encuentra rodeada de una sensación de que “el amor lo puede todo”. Ambos se dan cuenta de que la violencia ha llegado demasiado lejos y, quien violenta quiere reparar el daño causado, comportándose de manera cariñosa y mostrando arrepentimiento.
La violencia intrafamiliar, ciertamente, es un ciclo, el problema más grande, es que, por desgracia, este círculo no se termina ahí. La violencia se aprende, y se vuelve en una forma de actuar. La agresión, gracias a la sistematización de este círculo vicioso que entendemos como violencia intrafamiliar, se confunde fácilmente con el cariño y el afecto, especialmente, en las jóvenes mentes que absorben todos estos maléficos actos. Pronto reproducirán, en la siguiente generación, esta forma totalmente distorsionada de “amar”, transformándose de victimas a victimarios, o perpetuando su rol de victima.
Tratamiento y alternativas
Hay maneras de tratar el problema de la violencia familiar, pero la primera prioridad es garantizar la seguridad de las víctimas del abuso. Esto puede requerir el llamar a la policía y tal vez ir a un refugio. Esto puede alterar la vida de las víctimas, pero al menos estos se encontrarán seguros. Además se debe buscar la ayuda de un profesional de la salud mental que sea especialista en violencia doméstica.
El tratamiento generalmente involucra varias estrategias. El asesor deberá llevar a cabo una evaluación completa de toda la familia.
Si el agresor o la víctima tienen un problema de drogadicción, entonces esto tendrá que ser dirigido a un programa de rehabilitación. Si el agresor o la víctima tienen una enfermedad mental, también debe ser tratada. Otros tipos de tratamiento incluyen el control del temperamento, educación de cómo ser padres, y terapia de conversación. En los casos en que el agresor se niegue a participar en el tratamiento, aún es importante obtener ayuda de un profesional especialista en violencia doméstica que le ayude a protegerse a usted y a sus hijos.
Incluso en los casos en que el agresor sea apartado de la familia y ya no sea una amenaza, el trauma emocional puede tener consecuencias para toda la vida si las víctimas y su familia no reciben tratamiento.
La violencia intrafamiliar puede darse entre los conyugues, siendo los hijos testigos, o bien estos maltratos pueden caer directamente sobre ellos. Teniendo en cuenta que el amor de los padres hacia los hijos es como el fertilizante que fortalece la raìz de un árbol en crecimiento, el privarlos de dicho amor o llenarlos de maltratos, es como echarle veneno.